Él...no es el más guapo, ni mucho menos. No es el más atractivo, ni el que tiene los ojos más bonitos. No tiene pelazo, ni tiene cuerpo de gimnasio. No es el más listo, ni el que destaca con sus notas. No es el más amable, ni es el mejor amigo. No es el chico perfecto, y nunca será un príncipe azul. No adora a los animales, ni tenemos los mismos gustos. No es el más romántico, ni el más cariñoso, ni te tratará como a una reina. No te llamará princesa, y huele a sudor como cualquier otro después de jugar al fútbol con sus amigos. Pero él es quien me saca esa sonrisa tonta, y el que me hace sentir un cosquilleo en el estómago. Él es el que me hace ver que la perfección está en los ojos del que mira, y no en una estúpida marca de ropa en la camiseta, ¿qué me importa que sea Nike o Puma? Él es el que me hace volar en el sitio. El que consigue hacerme olvidar hasta lo inolvidable. No es lo más, pero es mi más.
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